Limpieza
Incorporar el HÁBITO de la LIMPIEZA FACIAL en tu rutina diaria es uno de los pasos más importantes del cuidado de la piel. Es esencial , ya que el agua micelar y los limpiadores, eliminan las impurezas, el exceso de sebo y el maquillaje. Por la mañana debemos retirar los restos de tratamientos nocturnos, células y sudor; y por la noche, debemos remover tanto la suciedad del día como los restos de maquillaje. Cuando tu cara está limpia, permite que el resto de los productos penetren y funcionen mejor.